Productores de piña proyectan disminución del 30% en la producción para 2023
VU
En Ecuador, el sector de producción de piña vive una crisis de exportación y comercialización, aunque en 2021, según datos del Ministerio de Producción, el país se convirtió en el primer exportador en Sudamérica y el octavo a nivel mundial.
Según productores locales, a partir del 2010 se observó un repunte de envíos a Chile, Argentina, Uruguay, y medianamente a Estados Unidos y la Unión Europea.
Durante la pandemia aumentaron las exportaciones, pero los problemas surgieron por la reducción en el transporte marítimo y los pocos cupos en los contenedores, debido a las medidas de seguridad frente al covid.
Otro factor importante fue la invasión de Rusia a Ucrania que resultó en alza del 80% en el valor de los fertilizantes.
Los productores locales proyectan que a finales del 2023 dejarán de producir de 3 a 4 hectáreas por semana, asumiendo un descenso de 30% en la producción y del 20% en la exportación.
La crisis se profundiza por los impuestos aplicados por el Gobierno al sector productivo, sin desarrollar un plan estratégico. El precio de la piña sigue el mismo cuando el diésel, el cartón, los fletes, los sueldos, los fertilizantes suben.
Luis Ortiz, director distrital de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), comentó que en 2021 exportaron 99.749 toneladas de dicha fruta. Este primer semestre los envíos alcanzan apenas 32.072 toneladas, y esperan lograr 60.000 toneladas a finales del año.
El 85% de la producción ecuatoriana de piña se exporta, el resto se dirige al mercado local. Los altos precios de los fletes y falta de contenedores impiden el traslado a otras regiones, sobresaturando el mercado nacional, donde la oferta aumenta y los precios caen.
Cuando normalmente una tonelada de piña se comercializa por $300 dólares, al existir una mayor oferta se vende a $210 afectando el flujo de caja. La informalidad domina al productor ecuatoriano y precariza el precio real de la fruta resultando en pérdidas.
En cambio, el precio en mercados internacionales quedó el mismo, entre $7 y $8 por una caja de 22 kilos. Productores ecuatorianos no suben el precio por tener miedo de que los importadores simplemente dejen de comprar el producto.