La cosecha de ajo en Córdoba mejorará a pesar de las limitaciones de agua y la reducción de superficie
Alrededor del 90% del ajo de Córdoba se destina a la exportación.
Los productores de ajo de Córdoba (España) se preparan para una cosecha prometedora esta temporada, aunque la superficie total cultivada sigue siendo limitada. Tras un fuerte descenso el año pasado, la superficie dedicada al ajo se ha estabilizado, a pesar de las recientes lluvias y de los esfuerzos de gestión del agua realizados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). La recolección comenzará después del 15 de mayo, algo más tarde de lo habitual debido a un invierno inusualmente cálido, según Miguel del Pino, presidente de la Sectorial del Ajo de Asaja en Córdoba.
En la actualidad, la superficie de cultivo de ajo en Córdoba se mantiene por debajo de las 1.000 hectáreas, justo la mitad que en años anteriores y una fracción de las 9.000 hectáreas de los años ochenta y noventa. Del Pino señaló que la incertidumbre sobre la disponibilidad de riego durante el periodo de siembra del pasado otoño e invierno llevó a muchos agricultores a buscar tierras en otras provincias, como Sevilla, Málaga y Castilla-La Mancha.
El cultivo del ajo es un cultivo de alta inversión, que requiere entre 12.000 y 13.000 euros por hectárea. Sin un acceso seguro al agua, los productores corren el riesgo de sufrir importantes pérdidas económicas. No obstante, la demanda del mercado ha mantenido fuertes los precios. En la última campaña, el ajo alcanzó los 2,30 euros por kilogramo, casi el doble que el año anterior.
Alrededor del 90% del ajo cordobés se exporta, con unas ventas internacionales que alcanzaron los 54,7 millones de euros en 2024, un 20,5% más que el año anterior, según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa de España. Italia fue el principal comprador, con 16 millones de euros en importaciones, seguida de Estados Unidos, con 10,1 millones.
Aunque el sector se mantiene optimista, Del Pino expresó su preocupación por las posibles repercusiones de la política comercial estadounidense. Estados Unidos impone actualmente un arancel del 120% a los ajos chinos y del 20% a las importaciones españolas. Aunque esto podría favorecer a España a corto plazo, los productores siguen desconfiando de cualquier cambio futuro en la dirección comercial estadounidense.
fuente: abc.es
foto: lacerca.com