Brasileños luchan por comprar frutas y verduras en medio de subida de precios de alimentos
Brazil
Monday 10 March 2025
VU
La asequibilidad de los productos frescos en comparación con los alimentos ultraprocesados sigue siendo un obstáculo importante.
Menos de una cuarta parte de los adultos brasileños consumen la cantidad recomendada de frutas y verduras, según un estudio publicado en una revista científica local. La inestabilidad económica, el aumento del precio de los alimentos y la disponibilidad de productos ultraprocesados más baratos son factores clave que contribuyen a este bajo consumo.
El estudio evaluó dos niveles de consumo: ingesta regular (al menos cinco días a la semana) y cumplimiento de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados revelaron que, si bien el 34% de los adultos consumía frutas y verduras con regularidad, sólo el 22,5% cumplía la recomendación de la OMS de cinco raciones diarias (unos 400 gramos al día).
Según Izabella Veiga, investigadora principal y doctoranda de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), consumir frutas y verduras es esencial para prevenir enfermedades crónicas. Estos alimentos ricos en nutrientes protegen contra afecciones como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Los datos recogidos entre 2008 y 2023 entre los residentes de 26 capitales brasileñas y el Distrito Federal muestran un cambio de tendencia. Inicialmente, de 2008 a 2014, el consumo aumentó. Sin embargo, a partir de 2015 se produjo un fuerte descenso, coincidiendo con la inestabilidad económica y política, la pandemia de COVID-19 y el aumento de los costes de los alimentos.
¿Quiénes son los más afectados?
Las mujeres, los adultos jóvenes (25-34 años) y las personas con mayor nivel educativo experimentaron el descenso más significativo del consumo. Las dificultades económicas, incluido el aumento de los precios de los alimentos y la carga de los cuidados durante la pandemia, afectaron de forma desproporcionada a las mujeres, especialmente a las que eran cabeza de familia.
La asequibilidad de los productos frescos en comparación con los alimentos ultraprocesados sigue siendo un obstáculo importante. Los expertos insisten en la necesidad de políticas públicas que hagan más accesibles y asequibles los alimentos naturales.
Posibles soluciones
-Iniciativas gubernamentales: Estrategias como gravar con impuestos los alimentos ultraprocesados y subvencionar los productos frescos podrían fomentar hábitos alimentarios más saludables. Ciudades como Nueva York han aplicado con éxito medidas de este tipo.
-Programas locales: Algunos estados brasileños ya ofrecen "cestas verdes", que proporcionan productos frescos junto con alimentos básicos en zonas de bajos ingresos.
Elecciones del consumidor: Comprar productos de temporada y de origen local en los mercados agrícolas puede ayudar a reducir costes y aumentar el acceso a alimentos nutritivos.
Impacto a largo plazo en la salud pública
Los malos hábitos alimentarios contribuyen al aumento de las enfermedades crónicas y la obesidad, incluso entre los niños. En Brasil, las consultas externas relacionadas con la obesidad infantil han aumentado un 430% en los últimos ocho años, según el Ministerio de Salud. Los expertos advierten de que, si esta tendencia se mantiene, supondrá una importante carga para los sistemas sanitarios y la economía.
Fomentar el consumo de frutas y verduras mediante cambios en las políticas y la concienciación pública es esencial para mejorar la salud general de Brasil y reducir la carga de enfermedades relacionadas con la dieta.
fuente: abrafrutas.org
foto: placestovisitbrazil.com