A pesar del bajón inicial, el sector peruano del pimiento espera crecer un 10% en 2025
Con una producción estable, variedades autóctonas únicas y esfuerzos coordinados para mejorar la seguridad alimentaria, el sector se está posicionando para un repunte en mercados clave como Estados Unidos y Europa.
El sector peruano del ají y la páprika se prepara para un año difícil, pero los líderes de la industria siguen confiando en una recuperación en los próximos meses. Aunque los volúmenes de exportación cayeron a principios de 2025, los productores esperan un repunte impulsado por las deficiencias de la oferta mundial y la gran calidad de los productos peruanos.
En 2024, el país exportó productos de pimiento por valor de casi 249 millones de dólares, un 2% más que el año anterior. Para 2025, las previsiones sugieren un crecimiento potencial del 5% al 10%, según Walter Seras, presidente del Comité de Capsicum de ADEX. Señaló que los productores se están ajustando a los cambios en la demanda mundial, especialmente cuando competidores como México y China se enfrentan a contratiempos debido al clima y al exceso de oferta.
Perú produce unas 40.000 toneladas de pimiento al año y cuenta con más de 11.000 productores, la mayoría de ellos pequeños agricultores. El país cultiva unas 14.000 hectáreas y está reconocido como centro de origen del pimiento, con más de 350 variedades autóctonas.
Sin embargo, el sector se enfrenta a una creciente presión para mejorar la seguridad alimentaria. El uso excesivo de pesticidas ha provocado advertencias de la UE y rechazos de la FDA de EE.UU., lo que hace temer por la imagen internacional de Perú. Los acuerdos comerciales infrautilizados con países como Colombia, Brasil y Uruguay también limitan el potencial de crecimiento, a pesar de contar con acceso al mercado y protocolos en vigor.
En respuesta, ADEX y SENASA han reforzado la colaboración mediante un grupo de trabajo nacional y programas de formación de agricultores. Su objetivo es mejorar las prácticas agrícolas, reducir los riesgos de contaminación y garantizar que las exportaciones peruanas cumplan las normas internacionales.
La ventaja competitiva de Perú reside en sus variedades autóctonas, como el ají amarillo, el ají panca y el arnaucho, que ofrecen perfiles de sabor, textura y color únicos. Su páprika también destaca por su durabilidad y vida útil, lo que le da ventaja en mercados de gran demanda como EE.UU. Con un mejor control de calidad, el país podría aumentar significativamente su producción industrial en los próximos años.
fuente: agraria.pe
foto: kew.org