Corea del Sur recurre a la fruta importada ante el descenso de la producción local
Como las condiciones climáticas siguen afectando a la producción frutícola, se prevé que la dependencia de las importaciones siga siendo fuerte en los próximos años.
Por primera vez, las importaciones de fruta fresca de Corea del Sur superaron los 1.400 millones de dólares en 2024, alcanzando un máximo histórico. Una creciente preferencia por frutas importadas como plátanos, piñas y naranjas contribuyó a un aumento significativo de las compras, con importaciones totales valoradas en 1.450 millones de dólares. Esto supone un aumento del 20,1% con respecto a 2023.
Las importaciones de 12 variedades de frutas clave -como cerezas, mangos, kiwis, aguacates, uvas, granadas, arándanos, limones y pomelos- experimentaron un crecimiento sustancial, según datos del Instituto de Economía Rural de Corea (KREI). El anterior valor de importación más alto, registrado en 2018 con 1.330 millones de dólares, se superó en un 8,6% el año pasado, lo que demuestra un fuerte repunte del mercado.
Si bien Corea del Sur había estado aumentando las importaciones de fruta fresca hasta 2018 debido a la liberalización del comercio agrícola, las interrupciones causadas por El Niño y los problemas de envío relacionados con pandemias en 2020 provocaron una desaceleración temporal. Sin embargo, esta tendencia cambió en 2023 y, por segundo año consecutivo, la demanda de frutas cultivadas en el extranjero siguió aumentando.
El descenso de la producción local impulsa la demanda de importaciones
Una de las principales razones del aumento de las compras de fruta importada ha sido el aumento del coste y la disminución de la oferta de productos cultivados en el país. Las olas de calor extremo que azotaron Corea del Sur en 2024 redujeron significativamente la disponibilidad de peras y mandarinas, obligando a los consumidores a recurrir a alternativas importadas.
Para contrarrestar el impacto de la disminución de las cosechas locales, el gobierno surcoreano introdujo contingentes arancelarios ampliados para garantizar un suministro constante de frutas procedentes de los mercados internacionales. Al aumentar el volumen de las importaciones, las autoridades pretendían mitigar la subida de precios y ofrecer a los consumidores opciones de fruta más asequibles.
Cambio en los hábitos de compra de los consumidores
Los surcoreanos se decantan cada vez más por frutas tropicales como aguacates, mangos y arándanos, reflejo de las cambiantes preferencias dietéticas. Como las condiciones climáticas siguen afectando a la producción de fruta, se espera que la dependencia de las importaciones siga siendo fuerte en los próximos años.
Con las importaciones de fruta fresca batiendo récords anteriores, la industria alimentaria de Corea del Sur está experimentando cambios notables, moldeados por la evolución de los hábitos de consumo y las políticas gubernamentales que apoyan un mayor acceso a los productos extranjeros.
fuente: pulse.mk.co.kr
foto: sogoodk.com