El sector británico advierte de una amenaza real para la seguridad de suministro

Desde 2019, el precio del gas ha subido un 650%, según Ofgem, los fertilizantes nitrogenados un 240% y el gasóleo agrícola un 73% según datos de la AHDB. Estos costos pesan sobre la producción, que ya ha disminuido:

 

Se espera que la producción de tomate alcance las 68.000 toneladas en 2022 en comparación con el país que producía 92.000 toneladas de tomates en 1985; Se espera que la producción de pepino alcance solo 55.000 toneladas en 2022, en comparación con las 67.000 toneladas del país en 1985.

 

NFU (Unión Nacional de Agricultores) reúne a más de 46.000 empresas agrícolas en Inglaterra y Gales. En una conferencia de prensa reciente, la presidenta de NFU, Minette Batters, instó al primer ministro Rishi Sunak a cumplir sus promesas de apoyar a los agricultores del Reino Unido durante la crisis energética y establecer un objetivo para la seguridad alimentaria en el país.

 

Muchos productores de Inglaterra y Gales ya han reducido la producción en un 20-30 % este año. Se espera una mayor reducción para 2023 porque algunos productores ahora planean dejar de producir frutas y verduras.

 

NFU está pidiendo al gobierno que tome medidas inmediatas para apoyar la producción de alimentos en el Reino Unido y garantizar un suministro local de alimentos. La amenaza de escasez de productos es real y, después del sector del huevo, es probable que otros sectores agrícolas experimenten serios problemas de suministro.