El Reino Unido podría llegar a un acuerdo comercial trascendental con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, al mismo tiempo que reconstruye sus puentes con la Unión Europea, posicionándose como un "faro de estabilidad".
Andy Haldane, ex economista jefe del Banco de Inglaterra, cree que el gobierno de Keir Starmer tiene la oportunidad de demostrar que el Reino Unido está nuevamente "abierto a los negocios". Al colaborar con Washington y Bruselas, como Haldane informó al Consorcio Británico de Productos (BPC), Gran Bretaña podría obtener importantes recompensas económicas en un momento en que otras naciones parecen volverse hacia adentro.
Persiguiendo una política comercial dual
Tras la victoria electoral de Trump, el primer ministro del Reino Unido se ha encontrado con la difícil tarea de equilibrar las presiones para ponerse del lado de los EE. UU. o la UE en las negociaciones comerciales, justo cuando había comenzado a reavivar las relaciones con Europa. Pero Haldane sugiere que Gran Bretaña no necesita elegir: podría seguir una política comercial dual que abarque el Atlántico. "Espero que el gobierno pueda rascarse la cabeza y frotarse la barriga al mismo tiempo", dijo a The Guardian, insinuando la complejidad de equilibrar tal estrategia.
Mejorando los lazos con Europa
"Por supuesto, debemos buscar enérgicamente un mejor acuerdo con la UE", enfatizó Haldane, señalando los desafíos que se avecinan pero reafirmando el compromiso del gobierno de reparar los lazos con Europa. "Eso no debería impedirnos buscar un acuerdo de libre comercio con los EE. UU., incluso bajo una nueva administración de Trump". Agregó que el Brexit, a pesar de sus controversias, al menos ha abierto la puerta para que el Reino Unido tenga estas conversaciones paralelas. "Antes, habría sido imposible. Ahora, podemos empezar a construir relaciones a ambos lados del Atlántico. Esa es una oportunidad que no debemos perder", agregó.
Amenazas de los EE. UU., solidaridad con Europa
Sin embargo, algunos expertos advierten que el regreso de Trump al poder podría en realidad acercar a Gran Bretaña a la UE. Argumentan que negociar un acuerdo comercial solo con los EE. UU. podría estar plagado de dificultades, especialmente porque Trump ha amenazado con aranceles severos, hasta el 20% sobre las importaciones de bienes estadounidenses e incluso tasas más altas para China y México. El lunes, Keir Starmer subrayó sus credenciales europeas al unirse a Emmanuel Macron en París para el servicio del Día del Armisticio francés, un fuerte gesto de solidaridad con Europa en medio de crecientes preocupaciones sobre el impacto de Trump en la estabilidad del comercio mundial.
El Reino Unido, con suerte, un "refugio seguro" si estalla una guerra comercial
La retórica de la campaña de Trump incluía amenazas de aranceles de hasta el 100% sobre algunas importaciones, lo que provocó temores de nuevos conflictos comerciales. Andy Haldane, ahora director ejecutivo del centro de estudios Royal Society of Arts, advirtió que tales medidas podrían reavivar la inflación global, perjudicando la economía del Reino Unido al aumentar los costos de endeudamiento para los hogares británicos.
Sin embargo, Haldane sigue siendo optimista en general. "El Reino Unido tiene una oportunidad única de destacarse como un refugio seguro en un mundo volátil", dijo, señalando la estabilidad del gobierno británico y el enfoque renovado en la inversión económica. "Si podemos jugar bien nuestras cartas, este podría ser un momento real para que el Reino Unido brille".