Los productores costarricenses de patatas y cebollas, muy afectados por las importaciones incontroladas
Los productores locales luchan por vender sus cosechas en un mercado inundado de alternativas importadas más baratas.
Los productores costarricenses de patatas y cebollas están preocupados por el aumento de las importaciones, que amenazan su supervivencia. Según la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), las importaciones masivas y descontroladas de estos cultivos están expulsando del mercado a los productores locales y socavando las normas de seguridad alimentaria.
En una conferencia de prensa celebrada el 2 de julio, los productores hortícolas calificaron la situación de "competencia desleal", alegando que muchos productos importados carecen de la debida trazabilidad, inspecciones sanitarias y supervisión legal. La CNAA se hizo eco de estas preocupaciones, advirtiendo de que la falta de control plantea graves riesgos tanto para la agricultura como para la salud de los consumidores.
Las patatas y las cebollas, cultivos clave en muchas regiones de Costa Rica, han sido las más afectadas. Los productores locales, que ya se enfrentan a problemas financieros, luchan por vender sus cosechas en un mercado inundado de alternativas importadas más baratas.
La Cámara criticó la débil respuesta del Gobierno y pidió a las autoridades aduaneras, agrícolas y fiscales que reforzaran las inspecciones en la frontera. El Presidente de la CNAA, Óscar Arias Moreira, también instó a los legisladores a tomar medidas, subrayando la necesidad de apoyo político para defender la seguridad alimentaria y proteger los medios de subsistencia de las comunidades agrícolas.
Una de las cuestiones clave planteadas es el uso indebido de patatas importadas destinadas a la transformación industrial. La CNAA subrayó que tales envíos deben llegar precintados y mantenerse fuera del mercado de productos frescos. Si se revenden como patatas de mesa, se perjudica directamente a los productores locales.
La Cámara reclama ahora una política comercial clara y a largo plazo que dé prioridad a los intereses agrícolas nacionales frente a las ganancias a corto plazo de los grandes importadores. Sin una mayor regulación y apoyo, advierten, la capacidad del país para producir sus propios alimentos - y el futuro de la agricultura rural - podría estar en grave riesgo.
fuente: argenpapa.com.ar
foto: news.co.cr