Chinín, un fruto mexicano casi desconocido
VU
El chinín (Persea schiedeana) es un primo del aguacate procedente de la región del Golfo de México, que sigue siendo casi desconocido en el mundo. Tiene una gran diversidad de colores y formas, los cuales varían según el terreno y clima en el que se cultiva. Puede ser de color verde o negro y tener una forma alargada o curva.
La pulpa del chinín es más cremosa y pálida que la del aguacate, casi blanca, pero a veces se torna café y adquiere sabor poco agradable. Su cremosidad se explica por el alto contenido de aceites, sin embargo, su comercialización es complicada por su rápido proceso de oxidación. Una vez cortado, puede sobrevivir en buen estado un máximo de 5 días.
A diferencia del aguacate, el chinín no se convierte en una cuestión ecológica debido a su corta vigencia y permanece en estado silvestre o semi-silvestre, ya que aún no se ha modificado con la interacción humana.
El chinín se distribuye desde México hasta Colombia. En México lleva diferentes nombres: chinín, pagua, coyocte, kiyo, chalte, chinena, chinene, kiyau, pera salvaje, aguacatón, aguacate de manteca o aguacate de monte.
El árbol del chinín es muy resistente a fenómenos climáticos e inundaciones, y puede alcanzar de 9 a 25 metros de altura. Habita en México principalmente en los estados de Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Puebla, Tabasco, Chiapas, Campeche y Quintana Roo. Crece en suelos con clima cálido y húmedo, y por esto se encuentra principalmente en bosques o selvas.
Hoy en día, la superficie dedicada al chinin se reduce en favor de plantaciones de cafetales u otros cultivos. Pese a que el chinín no se encuentra en la lista de especies protegidas por Semarnat, es considerado como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).