El reloj avanza hacia un arancel estadounidense del 21% sobre los tomates mexicanos
Si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite de julio, México se enfrenta a la perspectiva de una ralentización forzosa de su principal sector exportador.
La industria del tomate de México se prepara para la agitación después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunciara en abril un plan para poner fin al acuerdo de suspensión de 2019 e imponer un derecho antidumping del 20,91% a la mayoría de las importaciones de tomate fresco, a partir del 14 de julio de 2025. Esta medida, destinada a proteger a los productores estadounidenses -especialmente en Florida-, se produce tras décadas de disputas comerciales y preocupaciones por las importaciones por debajo del coste.
Los analistas del sector advierten de que el arancel podría hacer subir los precios del tomate estadounidense entre un 10% y un 50%, lo que afectaría a productos de uso cotidiano como ensaladas y salsas. Dado que México suministra aproximadamente el 70% de los tomates frescos que se consumen en EE.UU., esta medida proteccionista podría alterar las cadenas de suministro y poner en peligro 50.000 puestos de trabajo estadounidenses en la cadena de valor del tomate.
Los exportadores mexicanos -incluidos los que cultivan en regiones como Sinaloa, Baja California y Michoacán- piden negociaciones urgentes. Representantes de grupos agrícolas mexicanos y distribuidores estadounidenses se reunieron recientemente en Washington para buscar una solución diplomática y evitar la inminente imposición de aranceles. Las autoridades mexicanas también han insinuado la posibilidad de imponer aranceles de represalia a los productos cárnicos estadounidenses.
Si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite de julio, México se enfrenta a la perspectiva de una desaceleración forzada en su principal sector de exportación, con efectos dominó en las economías rurales y los precios al por menor en ambos lados de la frontera.
fuente: debate.com.mx
foto: gob.mx